domingo, 30 de septiembre de 2007

Eres feo


Eres feo, y lo sabes;
pero feo y todo, yo te quiero.
Eres feo, pero cuando estamos juntos
yo lo olvido.
Sólo cuando me dejas
con mi soledad,
con despecho te recuerdo feo.
Eres feo, pero si sonríes
tus dientes son perfectos
y se te ilumina el rostro,
y, entonces, te miro y ya no eres feo.
Eres feo, y, sin embargo,
ansío verte y estar contigo.
Eres feo, eso es cierto:
pero feo y todo, yo te quiero.

sábado, 29 de septiembre de 2007

Poco a poco


Poco a poco, entras en mi corazón;
me estás conquistando con tu cercanía,
y tu alma tan parecida a la mía.
A tu lado me siento fuerte como nadie,
olvido mi fragilidad, mi pena y mi dolor.
Cuando estoy lejos de ti, tus recuerdos
son entonces los que me dan fuerza:
la bella palabra que salió de tu alma,
una hoja de papel colorida con amor.
Son pequeños recuerdos, engrandecidos por
[ eso,
por su simplicidad y belleza austera,
por lo poco que dicen y lo mucho que expresan,
por el sueño que alientan y la ilusión que alimentan.
Es cierto, sí, me estoy ilusionando contigo,
poco a poco gotas de ilusión llenan mi corazón;
me hace feliz como nada, pero lo temo,
pero quizás si es poco a poco, paso a paso,
entonces mi destino, poco a poco, cambiará,
y paso a paso, gota a gota, mejorará,
y si Dios así lo quiere, cada una de esas gotas,
cada sueño que yo pueda soñar,
podrás, poco a poco, llegar a realizar.

viernes, 28 de septiembre de 2007

Castillos de aire


Castillos de aire
en medio de nubes,
sueños soñados,
queriendo volverse
sueños reales.
Pero de sueños
no hay cimientos,
ni piedras, ni vidrios...
Castillos de aire
no son habitables.
Los sueños son sueños,
las nubes son nubes,
y nunca serán
piedras, cimientos
o castillos de verdad.

jueves, 27 de septiembre de 2007

¡Quiero luz!


Hoy caí en la cuenta
de cuánto tiempo
que vivo sin vivir.
Son años desperdiciados
en una vida sin sentido,
sin sentido por no tener amor.
Tantos años soñando,
deseando, pidiendo,
rogando, perdiendo...
¡Cuánto tiempo llevo
sin sentir un latido
de mi solitario corazón!
Siento que no estoy sola,
es peor que eso:
siento que soy soledad.
Cuando vivía en la oscuridad
añoraba sentir la luz
aunque fuera por un momento...
Por fin, probé esa luz,
y se apagó, se consumió
y me dejó oscura, sola...
¡Quiero retornar a la luz!
Pero quiero ser luz eterna,
no soporto ser sombra...
Se me dio a probar
y luego no se me ha dado más
¡No me torturen! ¡Tened piedad!
Son a la fecha
dos años, cuatro meses
y dieciséis días
que no vivo, que no siento,
que no veo, que no puedo
ser más que sombra entre sombras.
Yace en mi corazón
un tesoro de amor,
sin dueño, ni custodio.
Languidece de ocio,
adolece de años, meses y días
perdidos en el tiempo.
¿Y qué puedo hacer?
No sé cómo llevarlo al exterior,
aunque ese sea mi deseo.
Quizás espera un príncipe digno,
manos amorosas, que lo traten con ternura,
con ternura y con amor.
Y está bien, hay que saber elegir,
no quiero que suceda
lo que acaeció la otra vez.
Y mientras tanto
desperdicio mi vida
en una vida sin amor.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Victoria


No quiero cantar victoria aún;
la vida me ha enseñado
que la victoria no se puede anticipar.
Lo único que puedo decir
es que desde hace unas semanas,
me siento como una joven normal,
que actúa, siente y vive
como lo hace la juventud.
Me siento joven, me siento viva,
que, por fin, actúo según mi edad.
Siempre he sido adulto sin serlo,
y aún sabiéndolo, no he hecho
nada al respecto...
No es mi culpa: nunca nadie
me enseñó a ser joven,
y yo y mis circunstancias
jamás me lo permitieron.
Pero Dios me ha dado
una nueva oportunidad;
Estoy disfrutando mi juventud AHORA.
Ésa, es mi gran victoria...

martes, 25 de septiembre de 2007

Un sueño


Anoche me visitó en sueños
un ángel, un príncipe azul;
dulce, tierno, bello como la luz.
Conversamos, caminamos
en la madrugada, sólo él y yo,
por el bosque y las calles
de una gran ciudad.
El contexto de nuestro encuentro
fue absurdo como todo sueño,
pero con él, todo cobró sentido,
todo tuvo sentido...
Lo pasé bien, junto a él,
nada me faltaba,
nada me sobraba,
porque estaba con él.
Y entonces desperté...
No me arrepiento,
la vida es bella,
y ahora me siento llena de paz,
llena de amor y seguridad.
Hoy miro al mundo con otra luz,
respiro otro aire,
veo el alma de la gente
y les irradio mi paz.
Hoy me siento satisfecha,
conmigo, con la vida,
con la gente, con el día
y hasta con mi suerte en el amor.
Hoy bendigo al mundo entero,
me siento joven, viva, latente,
capaz de amar de verdad,
digna de ser amada de verdad.
Hago planes a futuro,
veo felicidad por doquier,
cualquier angustia, ya se fue,
el dolor huyó de mí.
Hoy creo lo imposible,
lo improbable también;
Quizás hoy un sueño
se haga realidad...

lunes, 24 de septiembre de 2007

Hechicero


¿Qué extraño embrujo
sobre mí lanzaste?
¿Qué mágica pócima
en mi vaso colocaste?
Algún hechizo, brujería
o magia me impusiste,
eso es seguro, lo sé;
ni siquiera cuando amé
(y eso que amé de verdad)
soñaba con él con tanta frecuencia.
Cada mañana que despierto
recuerdo que soñé contigo,
ahí estuviste, de una u otra forma.
Durante el día, estoy pendiente
si te veo, si estás en casa...
No logro apartarte de mi mente,
y pienso que quizás... sí, quizás...
Y ansío nuestros encuentros,
me pongo vanidosa,
para verme bella para ti.
¿Qué hiciste? Cuéntame.
¿Eres brujo, mago o hechicero?
¿Es magia negra o blanca
aquella que practicas?
¿Qué quieres de éste,
mi frágil corazón?
Reconozco tu poder,
pero no juegues conmigo,
pues no estoy sola,
y me protege un poder mayor
de alguien que me ama
y que me quiere bien;
a mi poderoso aliado
lo conoces bien, o habrás
escuchado hablar de Él
(todo hechicero que se precie
conoce Su poder):
se llama Dios, Mi Señor Yavé.
Él es quien me quiere bien.