viernes, 30 de diciembre de 2011

Una y Mil Batallas



Guardo un hosco silencio
mientras el orgullo habla más alto.
Te observo de lejos, expectante,
mientras las dudas me carcomen.
Será que a estas alturas del año
ya no entiendo nada...
Será que experta en estas cosas
nunca he sido...
Y mientras mi cabeza declara la guerra
bajo el lema "nunca te ilusiones"
el corazón lucha una y mil batallas
y a veces gana... y a veces igual pierde...
Pero entonces te veo
tan cálido, tan frío,
tan dulce, tan ido,
y la cabeza con pesadumbre,
admite su triunfo
mientras que el corazón
no se rinde... nunca se rinde...
pero se cansa... ay, cómo se cansa...

domingo, 18 de diciembre de 2011

Reflexiones de un Vigía



Con los pies llenos de arena
observo la vida desde lejos,
vigilo el ciclo diario
y me pregunto acerca de mis nostalgias,
de mis sueños, de mis dudas,
de mis miedos, de mi vida.
Nunca estás tan solo
como cuando estás acompañado.
Nunca estás tan solo
como cuando no estás
con la persona correcta.
La quimera me hace sombra,
la ilusión me quema la piel,
la vida hace ruido
hasta que sangran mis oídos,
y temo por el suspiro
que hará tambalear mis estructuras.
Quizás si trato de nacer de nuevo.
Quizás si esta vez nazco...
A veces la vida no tiene consecuencias.
A veces la vida pasa.
A veces... no pasa.

domingo, 24 de abril de 2011

Mea Culpa


No fue mi intención herirte,
ni por primera ni por segunda vez…
No fue por jugar contigo
que dejé que pasara lo nuestro…
Todo es por quererte sin amarte,
y tú sabías que era así…
Te advertí que podía herirte,
y no quisiste escuchar…
Y yo por mi parte
lo quise ignorar…
“Que yo sé lo que hago”
dijiste…
“Que yo sé lo que quiero”
insististe…
Ahora dime si aun sabes tanto,
ahora dime si aun quieres tanto…
Dijiste que eras inocente
hasta probar lo contrario,
pensando que el error era tuyo…
Preguntaste porqué no te hablaba,
y una culpa dudosa expresabas…
Y yo sé de tu inocencia,
pero no puedo asegurar de la mía…
Y no puedo hablarte
sin decirte de mis culpas…
Ahora no sé enfrentarte,
temo la mirada en tus ojos…
Temo la acusación en tus labios,
temo a mi propio dedo acusándome…
Sin embargo no me arrepiento,
vivo la felicidad con culpa…
Por dañarte, por quererte,
por herirte y traicionarte…