viernes, 14 de marzo de 2008

Si no estás donde yo estoy


Si no estás donde yo estoy,
entonces yo tampoco,
porque desde que te vi
y me miraste,
mi alma quedó prisionera
en tus ojos de agua clara,
y sólo cuando estoy contigo
recupero la cordura,
o quizás mi insanidad...

Y si no estás donde yo estoy,
entonces no quiero estar,
pues las cosas brillan menos,
la luz es más opaca,
el aire es más pesado,
la conversación es más insulsa,
y todo es más absurdo,
más sin sentido,
más aburrido...

Si no estás donde yo estoy
entonces te iré a buscar,
y si no te encuentro
intentaré otra vez,
y te llamaré con el pensamiento
por si da resultado,
y miraré ansiosa
en todos lados
por si das señales...

Si no estás donde yo estoy
te encontraré en mi corazón,
en ese rinconcito
que acomodé para ti,
para que reemplaces
el alma que robaste
con tu alma,
esa que intento robar
para que estés donde yo estoy...

lunes, 10 de marzo de 2008

Diálogos futuros


Repaso diálogos futuros
en mi cabeza,
una y otra vez,
una y otra vez...

Y me pregunto
acerca de mis motivos,
del porqué quiero arriesgarme,
y no lo tengo claro.

Una lucha primigenia
se libera en mi alma,
por tu causa,
por tu causa...

Parte de mí quiere
tan sólo olvidarte,
enterrarte bajo otros sueños,
huir de lo inevitable.

Busco razones de peso
para convencerme que esto
es tan mala idea,
es tan mala idea...

Pero entonces me detengo
a preguntarme a qué
dulce néctar
sabrán tus labios.

Y desestimo todas
esas válidas razones,
que deberían hacerme huir,
que deberían hacerme huir...

Y francamente no sé
si tendré el valor
de decir palabras
que no tienen vuelta atrás.

Pero no puedo dejar
de cuestionarme
tu respuesta,
tu respuesta...

viernes, 7 de marzo de 2008

Regalo


¿Me regalas tus ojos?
No, no es que te quiera ciego,
sólo quiero tus ojos para verlos
cada vez que lo deseo...

¿Me regalas tus manos?
No, no es que te quiera manco,
sólo quiero tus caricias
cada vez que lo deseo...

¿Me regalas tus brazos?
No, no es que te quiera sin ellos,
sólo quiero que me abracen
cada vez que lo deseo...

¿Me regalas tu boca?
No, no quiero dañar tu rostro,
sólo quiero tener tus besos
cada vez que lo deseo...

¿Te me regalas todo, entero?
No, no es que te quiera prisionero,
sólo quiero que estés conmigo siempre,
porque siempre te deseo...

jueves, 6 de marzo de 2008

Burbujas


Dicen que perro viejo
no aprende nuevos trucos,
y es quizás por eso
que aún no aprendo
a no dejarme arrastrar
por los sueños y las ilusiones,
que aún no aprendo
que esos sueños
son como burbujas de jabón,
que no pueden volar alto,
que no pueden tocar el suelo...
Hay días en que quiero aprender,
hago prometer a mi alma
que no cometerá los mismos errores,
que marco en el mapa
la piedra con que tropiezo
una y mil veces,
que me siento por horas
a rumiar una lección
que no entra en mi cabeza,
que mi corazón no quiere entender...
Pero hay otros días
en que mando todo al diablo,
y me olvido de todas
esas "buenas" intenciones
de recordar los errores,
para no repetirlos otra vez.
Y es entonces cuando formo
burbujas de colores,
burbujas de arcoiris,
que me salen por los poros,
perfumadas con vainilla y miel...
Y con una inocencia,
rallana en lo ridículo,
abro mis ojitos con esperanza,
y me digo despacito
"esta vez, sí..."
Y si lo digo una vez más
quizás me crea a mí misma,
quizás convenza a mis burbujas
de que están hechas de eternidad...
Y quizás, esta vez, sí...

martes, 4 de marzo de 2008

Corazón roto


¿Sabes qué se hace
con un corazón roto?
Se esconde bajo la alfombra,
se encierra bajo llave,
se guarda donde nadie
lo pueda hallar jamás...
Se parcha, reconstruye,
se hace lo que se puede,
pero por alguna razón
nunca queda igual...
Se trata de adornar las heridas,
con hilos de oro,
con perlas, con diamantes,
pero en algún momento
todos los adornos
terminan teñidos de rojo...
¿Quizás si usamos rubíes?
Tratamos de hallar la solución,
pero hasta los rubíes
pierden su brillo,
se opacan con el dolor...
¿Sabes qué se hace
con un corazón roto?
Se construye un refugio
a su alrededor,
se cierran puertas y ventanas,
se protege entre las sombras,
se camufla, se esconde,
se trata de distraer la atención
para que nadie descubra
el vacío que dejó en tu pecho...
Y te dices a ti mismo
que los miedos pasarán,
que las heridas se cierran,
que las heridas sanarán,
pero tú sabes
que ya nada será igual,
porque algo se quebró,
algo ya no está,
la inocencia,
el coraje,
la confianza,
qué sé yo...
¿Sabes qué se hace
con un corazón roto?
Se juntan los pedazos,
y como un plato que se quiebra,
siempre falta un pedacito,
ese del rincón,
el pequeño que pareciera
que no hace falta
hasta que no está,
y te prometes a ti mismo
que no lo dejarás
en manos descuidadas nunca más,
y mientras te lo dices
y repites, una y otra vez,
viene el terremoto,
y la porcelana que guardabas
se hace añicos otra vez...
¿Sabes qué se hace
con un corazón roto?
Se endurece,
se cubre de frío metal,
todo para evitar la lanza
que de todas maneras
lo atravezará...
Hay tantas cosas
que se pueden hacer
con un corazón roto...
¿Sabes qué hice yo
con mi corazón roto?
Lo escondí,
tan, pero tan bien,
que temo que lo perdí...
Si lo encuentras,
no me digas,
sólo escóndelo otra vez,
que mis miedos me sugieren
que perdido es más seguro
que no lo sienta herido,
que no lo vea roto,
que no lo hieras tú también...

sábado, 1 de marzo de 2008

El sol del planeta más lejano


Soy el sol
del planeta más lejano,
y quizás por ello,
mis rayos no te alcanzan,
mi luz no te ilumina,
mi calor no te acaricia.

Soy el sol
del planeta más lejano,
aquel deshabitado,
que arde en desiertos,
dunas y arenas
que no mueve el viento.

Soy el sol
del planeta más lejano,
que no conoce noche,
y por ello, no conoce día,
y se ahoga en llamas
y fuegos inútiles.

Soy el sol
del planeta más lejano,
el inalcanzable,
el inexplorado,
el desconocido,
el desperdiciado.

Soy el sol
del planeta más lejano,
y mi eco de luz
se pierde en tus sueños,
se pierde en mis versos,
simplemente se pierde...