domingo, 18 de diciembre de 2011

Reflexiones de un Vigía



Con los pies llenos de arena
observo la vida desde lejos,
vigilo el ciclo diario
y me pregunto acerca de mis nostalgias,
de mis sueños, de mis dudas,
de mis miedos, de mi vida.
Nunca estás tan solo
como cuando estás acompañado.
Nunca estás tan solo
como cuando no estás
con la persona correcta.
La quimera me hace sombra,
la ilusión me quema la piel,
la vida hace ruido
hasta que sangran mis oídos,
y temo por el suspiro
que hará tambalear mis estructuras.
Quizás si trato de nacer de nuevo.
Quizás si esta vez nazco...
A veces la vida no tiene consecuencias.
A veces la vida pasa.
A veces... no pasa.

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