jueves, 26 de noviembre de 2009
Razones por las que te quiero a mi lado
Porque eres parte de mi día,
y si no estás, ya no es lo mismo;
Porque aunque no estés a mi lado,
de alguna forma estás conmigo;
Porque estar contigo es tan natural,
como me resulta natural quererte;
Porque has logrado sacar de mí
un sentimiento que creí olvidado;
Porque olvidar ya no es posible,
y tu sonrisa vive en mi memoria;
Y porque ya no podría negarlo:
me gusta tenerte a mi lado...
miércoles, 18 de noviembre de 2009
Lo inesperado
Un torrente de palabras
presiona por salir de mis labios
pero no sé qué quieren decir,
y así, se niegan a salir.
Hay algo en mi pecho
que incomoda y molesta,
resignado a ser ignorado
como lo es siempre...
Hay un suspiro con significado
que traidor se pierde en el aire,
abandonándome en mi cuerpo,
dejándome en solitario.
Y un pensamiento intruso
insiste en permanecer,
y arremete contra mi foco,
y me pierde en el laberinto...
Hay un temblor en mi cuerpo
que delata tu ausencia,
que ansía tu tacto,
y que dice más que las palabras,
que se niega a ser ignorado,
que no sabe abandonarme,
y que me indica el camino
en dirección a tus brazos...
lunes, 2 de noviembre de 2009
Por momentos
miércoles, 21 de octubre de 2009
Tentación
Juego porque no debo,
y me fuerzo a cerrar los ojos
ante la tentación del fruto prohibido,
pero la vida corriendo en mis venas
se rebela y amotina
obligándome a considerar
cuáles son mis opciones.
Y no hay muchas en realidad...
Juego al gato y al ratón
sin estar exactamente
segura de mi rol...
Y es que la tentación.
La maldita tentación...
La que acallo con mi risa,
la que oculto en mi voz,
la que niego y reniego,
porque sé que es un error.
Y sin embargo, juego con fuego
y me arriesgo
a más de algún chamuzcón.
En mala hora apareciste,
y en mala hora te dejé
ocupar ese rincón de mi pensar,
porque ahora tendré que ver
cómo hago para erradicar
la tentación,
la bendita tentación...
domingo, 4 de octubre de 2009
En tu tumba
Me tiendo en tu tumba a disfrutar,
mas no pienso en ti
excepto en ese fugaz momento
en que con sorpresa
me doy cuenta de que has muerto,
y sigo en mis asuntos
como si no importara,
y en efecto, no me importa.
Ya no...
Y no importa lo que haga, ni con quien,
pues bien sé que de eso, no se trata.
Yo disfruto en tu tumba o en otro lado,
porque los momentos fugaces que nos [ unieron
ya no están y ya no importan
más que por lo que son y lo que fueron.
Descansa en paz, que yo lo estoy.
Descansa en paz, que en tu tumba me divierto.
Descansa en paz, que ya no importa.
Ya no...
viernes, 25 de septiembre de 2009
Una cosa que ya no es
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