Me has sido anunciado
a través de una carta.
En ti estoy cifrando
todas mis esperanzas.
Me gustaría saber
más sobre tu persona.
Lo que sé es muy vago;
podrías ser cualquiera.
Sé que eres rubio
y de familia poderosa.
Sé que me quieres,
o si no, me querrás.
Y quiero saber de ti:
el color de tus ojos,
y tu nombre también,
porque ni eso sé de ti.
Ansío poder pronunciar
tu nombre con ternura,
y escuchar mi nombre
pronunciado por ti.
Me gustaría saber
si te conozco ya,
si me conoces a mí,
si ya suspiras por mí.
Quisiera poder adivinar
cuándo sucederá nuestro
destino, predestinado y
anunciado, por los naipes.
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