miércoles, 8 de agosto de 2007

La llave


Quiero un hombre que su visión
haga temblar la tierra,
que sea dulce y tierno,
que me haga feliz

¡Y por los mil demonios,
te estoy describiendo a ti!
y es que mis pensamientos
no pueden alejarse de ti.

¿Cómo es posible, inconsciente,
que me hayas dejado así?
Te permití clausurar mi corazón
¡y te fuiste con la llave en tu cuello!

Te exijo que me la devuelvas,
mándamela por correo,
y mándamela con un beso,
para dejar algo en mi corazón

O puedes venir a entregarla tú,
para darme una explicación,
de por qué te dejé una vez
la puerta abierta y entrar en mi corazón.

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