viernes, 31 de agosto de 2007

Ahora sé


Justo en el momento
en que creí perdida la batalla,
cuando mi esperanza
me abandonaba por completo,
tanto que ya no quedaba
ni luna, ni estrella, ni sol
que iluminara el vacío de mi noche,
un rayo de luz iluminó el cielo,
por entre la cordillera de mi alma,
y me devolvió toda la calma.
Ahora sé que existe
la feliz posibilidad
de que tú me quieras,
de que yo te quiera,
de que nos queramos...
Ahora sé que se puede vivir,
sé que hay algo porque luchar,
y sé que te puedo amar...

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