Nombre

Mirando en tus ojos
el universo;
Deseando en tus labios
el infinito;
Bebiendo en tu sombra
toda mi vida;
Amando en tu risa,
sintiendo tu brisa,
pintando tu alma
en tonos pasteles,
en rojo, en azul,
en verde y violeta,
en agua, en viento,
en los cuatro elementos...
Todo esto,
para encontrar un nombre,
que te haga mío,
un nombre secreto,
la guarida de tu identidad,
en donde sólo yo
te podré encontrar...
¿Cómo llamarte?
Amor, Mi Alma,
Mi Vida, Mi Ilusión.
Sueño, Quimera,
Esperanza De Un Mundo Mejor.
No, no sirven,
ya que eres eso
y mucho más.
¿Hay algún nombre
que se pueda comparar
con el que tú ostentas,
que te representa
en gracia y majestad?
Ni Rafael, ni Miguel Ángel
(aunque de ángel tengas tanto),
ni Galileo, ni Machiavelo,
ni César, ni Espartaco,
ni Napoleón, ni Carlos.
Ningún nombre de rey
(aunque lo seas en mi corazón)
porque ningún rey,
contigo se compara.
Tampoco nombre de héroe,
ni de artista, ni de músico,
ni de científico genial.
No, tú no tienes nombre,
y los tienes todos juntos,
no con letras, o con símbolos,
sino en tu alma, imborrables,
y en mi corazón ,
tatuado en sangre.