domingo, 2 de septiembre de 2007

Infierno y paraíso del amor


Te amo, como nunca pensé que podría amar
y por eso tengo motivos para decir
que el paraíso del amor es el mejor
y el infierno del amor es peor que lo peor

Tú ya me has tenido en el infierno
y en el paraíso, más de una vez,
así es que estos parajes de fuego,
desconocidos no me son.

Aún no puedo creer que sea cierto,
esta estocada en la espalda.
No me parece creíble, que todas
mis esperanzas hayan sido falsas.

No puedo imaginarte con otra,
y aún cuando te amo tanto,
que quiero lo mejor para ti
y estoy feliz por ti, siento pena (por mí).

Sólo ruego que ella te ame
tanto o más que yo, para
que nunca, jamás te haga sufrir,
aunque eso me convendría a mí.

No, no puedo desearte mal,
aún cuando sea en mi perjuicio
desearte felicidad con otra,
pero si tú estás bien, yo también.

Esto no es por estoicismo,
reconozco que me estoy
quebrando el alma,
y esto no significa que te olvidaré.

No haré nada por separarte,
no me interpondré en tu camino,
pero no perderé las esperanzas,
la esperanza que algo cambie.

Me resulta doloroso
aquello que antes me alegraba,
las lágrimas me caen solas
y estoy llena de autocompasión.

¿Y qué puedo hacer?
Por primera vez no quiero verte,
no mientras estés con otra,
me hace mal hasta pensar en ti.

Mi cabeza es un torbellino
de lágrimas, de dolores,
de penas, de pasiones,
llena de contradicciones.

Se me hace un nudo en la garganta,
no sabes cuán difícil
me es escribir todo esto,
cada palabra es un golpe al alma.

Todavía tengo esperanzas
de dejar de ver las flamas
y volver a ver el cielo
y vivir de nubes y de amor.

No hay comentarios: